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Los primeros tractores agrícolas en España o prototipos / pseudo tractores aparecieron a principios del siglo XIX. Se trataba de máquinas de vapor montadas sobre carros que permitían de una forma rudimentaria realizar algunas tareas agrícolas. Posteriormente, con el desarrollo del motor de combustión interna, se fabrican los primeros tractores propiamente dichos a principios del siglo XX. El uso de tractores en el campo se popularizó en Estados Unidos e Inglaterra en la década de los años 30, aunque su fabricación a escala mundial no se produjo hasta la finalización de la II Guerra Mundial. La producción nacional de tractores en España se inició en 1952.
El tractor se ha convertido en un elemento indispensable para realizar las tareas del campo. El término “tractor” fue recogido por primera vez en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española en su edición de 1925, a partir de la adopción de la palabra en inglés “tractor” que, a su vez, se origina del latín “tractus”, cuyo significado es “arrastrar”.
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A continuación, se enumeran los principales hitos que han tenido lugar desde la aparición de los primeros pseudo tractores hasta nuestros días. Podemos adelantarte que la llegada de los primeros tractores a España se remonta al año 1915, aunque no fue hasta la década de los 50 cuando se extendería su uso gracias a que el gobierno declaraba de “interés nacional" la industria de fabricación de tractores.
El inventor e ingeniero escocés James Watts perfecciona el funcionamiento de la máquina de vapor y los grandes empresarios de la época empiezan a estudiar las posibilidades de implementar esas mejoras en el sector agrario para realizar trabajos pesados, como arrastrar remolques cargados de semillas.
Aunque no está catalogada como tractor, el escocés Andrew Meikle fabrica la primera máquina trilladora cuyo función consistía en apartar el grano de la paja con la ayuda de un animal que arrastraba de la misma.
Se construyeron las primeras máquinas de vapor con ruedas que podían arrastrar o empujar un arado para la siembra.
El ingeniero inglés Richard Trevith construyó el primer motor a vapor utilizado en la agricultura, conocido como “motor de establo”, y que impulsaba una trilladora. Además, la colocación de ruedas en la estructura facilitó notablemente el desplazamiento del arado cuando la tierra se encontraba en buenas condiciones.
El ingeniero e inventor inglés Sir George Cayley construyó el primer modelo de oruga mecánica, denominado Universal Railway, que daría lugar posteriormente al actual tractor oruga o tractor de cadenas.
Hiram Moore y James Hascall construyeron la primera cosechadora moderna, arrastrada por 20 caballos de carreras y, posteriormente, propulsada por una máquina a vapor.
John Deere Blacksmite fabricó el primer tractor hecho en acero con el objetivo de estar presente en todos los campos de América.
El ingeniero civil inglés John Fowler, especializado en la construcción de ferrocarriles, incorporó un motor móvil Clayton & Shuttleworth que, con la ayuda de cables que se encargaban del proceso de siembra, empujaban los artefactos utilizados en el campo. Asimismo, la empresa Ransomes construyó una máquina para el trabajo en el campo muy similar al tractor de vapor.
En Inglaterra se emplea por primera vez el término “tractor”, por su semejanza con la función de arrastre que realizaban los animales para tirar de los aperos agrícolas.
El ingeniero británico Thomas Aveling creó la primera locomotora-tractor a partir de unos cambios realizados en una locomotora portátil de Clayton & Shuttleworth, que hasta entonces se desplazaba con la ayuda de caballos de carreras. Básicamente, se empleó una cadena larga de transmisión ubicada entre el cigüeñal y el eje posterior de la locomotora.
Se emplea por primera vez el término “tractor” en los Estados Unidos a partir de la creación de una franquicia de motores de vapor. Las primeras máquinas de vapor no tenían sistema de tracción y sus aplicaciones agrícolas las hacían mediante transmisiones por correa.
El ingeniero e inventor estadounidense John Froelich construyó en Iowa (EE UU) el primer tractor del mundo que empleaba un motor de combustión interna (monocilíndrico) accionado por gasolina y con marchas de avance y retroceso. Asimismo, en Inglaterra, el inventor Herbert Akroyd-Stuart, que destacó por su invención del “motor de bulbo caliente” o “motor de aceite”, también construyó un tractor impulsado por gasolina, cuya producción llevó a cabo la empresa Richard Hornsby & Sons.
John Froelich, tras obtener la patente de su invento, fundó la compañía Waterloo Gasoline Engine Company, que, al no tener ninguna repercusión, tuvo que cerrar.
La marca Homsby Ackroyd construyó y comercializó el primer “locotractor” de combustible en Inglaterra, cuyo motor alcanzaba los 20 CV. Sin embargo, no tuvo apenas éxito por su irregular funcionamiento.
El inventor estadounidense Alvin Lombard patentó el “tractor oruga”. La compañía Hornsby vendió los dos primeros vehículos de este tipo, aunque poco después, la empresa Holt adquirió la patente para su desarrollo.
Dan Albone, inventor, fabricante y ciclista inglés, construyó el primer tractor agrícola ligero comercialmente exitoso con un motor de gasolina. Tras obtener la patente para su diseño, fundó con cuatro socios Ivel Agricultural Motors Limited. La “máquina” diseñada por Albone recibió la nomenclatura de tractor posteriormente.
Se vendieron 500 unidades del “tractor” diseñado por Albone, que se denominó Ivel Agricultural Motor. El tractor, que disponía de 3 ruedas y 8 caballos de potencia, era capaz de mover más de 2.500 kilos a una velocidad de 8 km/h.
El ingeniero, inventor y empresario estadounidense Henry Ford diseñó el primer tractor con cuatro ruedas a partir de su modelo de automóvil “Fordson”, aunque fue la empresa Saunderson Tractor and Implement Company, ubicada en Inglaterra, la que empezó a comercializar los tractores de cuatro ruedas para labores agrícolas.
Hasta la fecha, países como Alemania, Rusia, Nueva Zelanda, Italia o Francia dedicaban sus esfuerzos a construir grandes tractores de forma artesanal.
Se construyó en Mannheim (Alemania) el tractor LANDRAL. Este vehículo pesaba 5 toneladas y estaba provisto de un sistema de rodadura con ruedas.
La marca John Deere lanzó el Case Titan, su primer tractor comercial. Fue un tractor con gran éxito y expansión en Estados Unidos.
Los primeros modelos de tractores que llegaron a la península se remontan a 1915, lo que supuso un importante retraso frente a otros países europeos que ya habían iniciado su mecanización rural.
Henry Ford comenzó a fabricar a gran escala el Fordson G, uno de los primeros tractores en comercializarse a nivel mundial, con un precio accesible y un manejo similar al del modelo de automóvil Ford T de la época.
La compañía International Harvester fabricó el primer tractor con ruedas de caucho y nervaduras para mejorar el agarre.
La empresa alemana Benz-Sendling diseñó el primer tractor con motor de gasoil.
El sistema Ferguson revoluciona la técnica del tractor agrícola al incorporar un sistema hidráulico de elevación de los aperos a través del enganche de tres puntos, aunque su uso se extenderá a partir de la década de los 50.
Surge el primer tractor en tener las 4 ruedas de arrastre y además tenía un motor de inyección, ya que estas no generaban tantos gases tóxicos y así se convirtió en un gran acontecimiento en la historia del tractor.
Después de los primeros tractores agrícolas que no contó con una gran evolución en España. A partir de la década de los 30, vamos a centrarnos en los momentos más importante en la transformación de los tractores en nuestro país. Asfixiada por las consecuencias de la Guerra Civil, España no estaba en condiciones de manufacturar su propia maquinaria agrícola.
En nuestro país apenas había censados 4.000 tractores y todos importados del extranjero. Esta cifra se desplomó posteriormente a causa de la Guerra Civil.
La compañía zaragozana Auto Tractor fabricó unas pocas unidades de su modelo Centurión, aunque con escaso éxito.
Varias empresas españolas, entre las que destacó la santanderina Talleres del Astillero S.A., se lanzaron a la producción de tractores y muchas de ellas fracasaron. Además, la producción era muy inferior a la desarrollada en otros países. Había censados sólo 7.000 vehículos agrícolas en nuestro país.
Tractores Españoles, S. A., de Barcelona, lanzó al mercado tractores bajo la marca Tesa.
Este año supuso un antes y un después en la mecanización agraria de nuestro país. El Estado declaraba de “interés nacional" la industria de fabricación de tractores de ruedas de potencia media y convocaba un concurso para iniciar la fabricación de tractores. De este modo, los principales fabricantes del sector se vieron impulsados a invertir en España, lo que supuso el inicio de la producción en serie de tractores.
Dos fueron las empresas nacionales autorizadas por el régimen para la fabricación de tractores agrícolas, gracias a la creación del Servicio de Concentración Parcelaria y del Servicio de Extensión Agraria.
Entre 1946 y 1954 apenas se construyeron en nuestro país 800 unidades debido a la escasez de materiales provocada por la Dictadura.
El 10 de julio de 1956 Lanz Ibérica, S. A. (Getafe) produce el primer tractor Lanz de fabricación nacional. Poco después pasa a formar parte de la compañía Deere Company.
El 9 de septiembre de 1957 Motor Ibérica, S. A. (Barcelona) produce el primer tractor Ebro de fabricación nacional. Poco después pasa a formar parte de la compañía Masssey Ferguson.
Nuevas compañías como SAMAR y SAVA dan sus primeros pasos durante estos años.
El Plan de Estabilización lanzado este año acelera el proceso de industrialización en nuestro país, a lo que contribuyó posteriormente la creación del Banco de Crédito Agrícola.
La empresa ENASA inició este año la fabricación de un tractor oruga pesado marca Pegaso, pero no prosperó. Asimismo, tras asociarse con el fabricante alemán Hanomag, Barreiros Diesel comenzó su exitosa carrera como fabricante de maquinaria agrícola en Villaverde (Madrid).
La Sociedad Anónima de Construcciones Agrícolas (Saca), que desde 1939 se dedicaba a la construcción de aperos en Sevilla, comercializa sus primeros tractores hasta que en 1966 abandona la actividad.
Lanz Ibérica, S. A., convertida en John Deere Ibérica, S. A., amplía su producción hasta las 5.800 unidades, mientras que Motor Ibérica, S. A. la amplía hasta las 10.000 unidades.
Se crea la Sociedad Anónima de Maquinaria Agrícola Renault Samar para producir tractores bajo licencia de la Regie Renault de Francia. Asimismo, la empresa Sava, perteneciente a ENASA, comienza a fabricar 1.500 tractores al año para la British Motor Corporation con la denominación Sava-Nuffield. Por su parte, ENASA prueba a fabricar tractores oruga para la marca Allis-Chalmers con resultados idénticos a los de 1959.
El fabricante Barreiros se desliga de la sociedad formada con Chrysler, aunque dos de cada diez tractores que había entonces en España eran de la marca Barreiros. La marca Barreiros se mantiene hasta su desaparición del mercado en 1980.
A principios de la década de los 70, se fabricaban en España 17 modelos de tractores agrícolas y la capacidad máxima de fabricación rozaba las 27.000 unidades anuales. Debido al lento crecimiento económico interior y el aumento de los costes de producción, los fabricantes se vieron obligados a producir por encima de la demanda, lo que supuso exportar buena parte de la producción. Motor Ibérica, S. A. y John Deere Ibérica, S. A. fueron los mayores exportadores.
Se produce una fuerte caída en la venta de tractores. De las 24.571 unidades de 1988 se pasa a las 12.000 unidades de 1992. Esto supuso que el fabricante Kubota, para el que trabajaba Motor Ibérica, S. A., pusiera fin a la fabricación de tractores en nuestro país.
A finales de los 80, en nuestro país estaban censados casi 600.000 tractores, y muchos de ellos de fabricación nacional.
Entre las principales marcas de tractores en España podemos destacar por su versatilidad y sus prestaciones New Holland y John Deere. Estas marcas fueron además las más vendidas en 2021, según recoge el informe anual de los Registros Oficiales de Maquinaria Agrícola (ROMA) elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
España cuenta actualmente con un parque de tractores registrados que alcanza el millón de vehículos, aunque se estima que sólo 700.000 unidades están en activo.
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