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Los tipos de suelos agrícolas en España son muy variados debido al efecto de la geografía, la acción del clima y la acción del hombre (usos previos, explotaciones mineras, ganaderas o industriales previas, poblaciones, etc.) Según las características del tipo de suelo, es cierto que aceptan y se adaptan más fácilmente a ciertos cultivos y pueden ser utilizados de maneras diferentes en función de las necesidades de los agricultores, además de ser uno de los aspectos a tener en cuenta a la hora de seleccionar un tractor agrícola en nuestro buscador de tractores y accesorios.
Los tipos de suelos agrícolas más comunes utilizados en España para cultivos son los siguientes:
El suelo arcilloso está compuesto principalmente por arcilla y es muy denso y compacto. Los suelos arcillosos tienen una buena capacidad de retener agua y nutrientes, convirtiéndolos en ideales para cultivar hortalizas y frutas. Lo encontramos principalmente en las cuencas del Ebro y del Guadalquivir, las cuencas sedimentarias de la meseta norte y sur, y también en las zonas costeras del Mediterrrano. En general, en zonas hundidas y húmedas.
Los suelos arenosos se encuentran en diferentes zonas de España, ya que este tipo de suelo es común en muchas regiones. Los suelos arenosos son aquellos que están compuestos principalmente por arena y tienen un contenido de humedad bajo, lo que hace que sean áridos y difíciles de cultivar. Sin embargo, en algunas zonas de España, como en el litoral mediterráneo, el clima cálido y seco favorece el desarrollo de este tipo de suelo.
En general, en las zonas de España con tipos de suelos agrícolas arenosos se cultivan principalmente frutas y verduras de temporada, como tomates, pimientos, cebollas, patatas, calabacines, sandías, melones y alcachofas. También se cultivan cereales como el trigo y la cebada, así como plantas de secano, como la vid y los olivos. En algunas zonas también se cultivan plantas de jardín y flores.
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Es importante mencionar que la agricultura en suelos arenosos requiere una atención y cuidado especial, ya que estos suelos suelen ser muy sensibles a la erosión y la sequía. Por lo tanto, es necesario utilizar técnicas de cultivo adecuadas y aplicar medidas de conservación del suelo para mantener su fertilidad y productividad.
Los suelos limosos son aquellos que tienen una alta cantidad de arcilla y arena en su composición. Estos suelos suelen ser ricos en nutrientes y tienen un buen drenaje, lo que los hace ideales para la agricultura. En España podemos encontrarlos en zonas de Galicia, Castilla y León, y Cataluña, utilizándose generalmente para cultivos de cereales, como el trigo o el maíz.
Los suelos rocosos son aquellos que tienen un alto contenido de rocas y piedras en su composición. Estos suelos suelen ser menos fértiles y tienen un drenaje más limitado, lo que dificulta su uso para la agricultura. En España se utilizan para la producción de frutas y hortalizas de montaña, como la patata, el tomate, y la manzana por ejemplo, en zonas como Guadarrama o los Pirineos.
Sobre los tipos de suelos agrícolas en España y sus usos para diferentes cultivos, hay muchos factores que pueden influir en las características de los suelos, como la geología, el clima, y la actividad humana. Sin embargo, algunos de los tipos de suelos agrícolas más comunes en España son los suelos arcillosos, los suelos limosos, los suelos rocosos, y los suelos arenosos.
En cuanto a lo que se cultiva en cada uno de estos suelos agrícolas en España, dependerá de las características de cada región y del tipo de suelo en cuestión. Por ejemplo, en las zonas de España con suelos arcillosos, como en la meseta central, se cultivan principalmente cereales, como el trigo y el maíz.
En las zonas con suelos limosos, como en Galicia y Cataluña, se cultivan también cereales, así como frutas y hortalizas.
En las zonas con suelos rocosos, como en las montañas de los Pirineos, se cultivan principalmente frutas y hortalizas de montaña. Y en las zonas con suelos arenosos, como en las costas del Mediterráneo, se cultivan principalmente frutas cítricas y hortalizas.
Lo más importante, además de realizar el arado de la tierra antes de cultivarla, es conocer las características de cada tipo de suelo y elegir los cultivos adecuados para cada área. En cualquier caso, en Altrac contamos con los tractores y accesorios adecuados para todos ellos.
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